Ismael Dris, junto a su compañero Arturo, quien le acompañó en buena parte del recorrido

El atleta ceutí Ismael Dris ha completado una nueva gesta deportiva al culminar con éxito la novena edición de la 360º The Challenge Gran Canaria, considerada la prueba más dura de España. “Es lo más duro que he hecho en mi vida, casi me muero”, ha confesado el deportista caballa, que terminó los 258 kilómetros de recorrido lesionado y exhausto.

“Es una prueba que yo no sabía de qué iba. Me apuntó un amigo y al final no fue. No es una carrera normal, es una mezcla de escalada y senderismo, y muy poco de atletismo”, relata Dris.

“Tienes que ser un grandísimo experto en navegación porque te encuentras en medio de la nada y no sabes por dónde hay que ir. Hay que utilizar el GPS, que falla mucho, o cartas de navegación con brújula, y yo no lo he hecho nunca. Si te sales del camino, no lo vuelves a encontrar. Lo más duro para mí era que tenía que depender de algún corredor que me hiciese el favor de acompañarlo. A veces tenía que esperar horas para buscar a alguien y eso me hundía, pero no había otra cosa. Hasta que encontré a un gran compañero, Arturo, que fuimos junto hasta la meta”, continúa el ultrafondista.

El atleta ceutí, instantes después de cruzar la meta

Ismael Dris asegura que estuvo “cuatro días sin dormir un solo minuto, sin quitarme las zapatillas porque no volverían a entrar lo pies. Lluvia, viento, mucho frío, agotadísimo... Comencé a tener en el bosque alucinaciones, fue increíble, pero me gustó mucho, en ningún momento tuve miedo”.

Además de la dureza extrema de la prueba, Dris sufrió un percance. “Faltando más de cien kilómetros me lesioné del femoral y no podía andar, lo vi todo perdido, pero algo despertó en mi interior y saqué fuerzas de donde no había y aún no sé cómo pude terminar. Solo cruzar la meta me tuvieron que coger dos amigos para llevarme al hotel, no me podía tener en pie. Muchos amigos ceutíes me ayudaron con sus mensajes, no les podía fallar”, añade.

Dris cruzó la meta junto a su compañero Arturo en el puesto 47º, con un tiempo de 84 horas, 55 minutos y 4 segundos tras una aventura de semi autosufiicencia sobre un recorrido de 258 kilómetros con 12.669 metros de desnivel positivo.

Un total de 95 participantes tomaron la salida y el vencedor fue el italiano Marco Gubert. El corredor de Trento lideró la carrera desde el inicio con un ritmo altísimo, excepto en el paso del kilómetro 130, donde el francés Julien Chorier le adelantó momentáneamente, aunque Gubert retomó la primera posición enseguida, la cual no abandonó hasta la llegada final en Tejeda.