La celebración del gol de Pablo de penalti desencadenó la tangana entre mabos equipos

El acta del colegiado murciano Ojaos Valera refleja el lanzamiento de una botella de agua a los jugadores de la AD Ceuta FC pero no los insultos racistas que denuncian haber recibido en el partido del pasado domingo en el estadio El Arcángel de Córdoba, que terminó con empate a tres goles y que estuvo parado por una tangana entre integrantes de ambos equipos.

Diez cartulinas amarillas y cuatro rojas mostró el árbitro en ese enfrentamiento que, tras el tercer tanto del Ceuta, ensució el partido entre cordobesistas y ceutíes, que estaba resultando trepidante hasta entonces.

El documento arbitral recoge que el futbolista local Calderón fue expulsado por “enzarzarse con un técnico contrario llegando a golpearse con los brazos entre ellos, cuando el juego se encontraba detenido y siendo separados por otros miembros del equipo”.

La roja directa al mediocentro del Ceuta Uche fue “por realizar gestos provocativos hacia la grada durante la celebración de un gol, generando con ello una confrontación entre jugadores y técnicos de ambos equipos”.

En ambos casos, los futbolistas de uno y otro equipo podrían ser sancionados con más de un partido de suspensión por el Juez de Competición de la RFEF.

También fue expulsado el entrenador de porteros del Ceuta, Mohamed Rida Abdelkader, por su pelea con Calderón.

También fue expulsado en el bando blanquiverde el preparador físico, Pablo Gutiérrez, “salir del área técnica gritando, protestando una de mis decisiones”, recogió el árbitro.

El acta del árbitro cartagenero no recogía en un principio referencia alguna sobre la botella que se lanzó desde el Fondo Norte sobre los jugadores del Ceuta tras la celebración del tercer gol caballa, marcado de penalti por Pablo García, que mandó callar a la grada por los insultos de que están siendo objeto, lo que dio origen a la tangana. Sin embargo, en una ampliación posterior, Ojaos Valera sí que incluyó el hecho en los siguientes términos: “En el minuto 76, tras la consecución de un gol del equipo visitante se lanza una botella de agua de 33 cl. cerrada y llena a la zona donde estaban celebrando el gol, sin impactar en ningún jugador. Se procede a avisar al delegado de campo para que se active el protocolo y  avisen por megafonía para que cesaran este tipo de comportamientos. Se pudo continuar el partido sin ningún tipo de incidente relacionado a esto”.

Ese injustificable comportamiento de un seguidor cordobesista acarreará una sanción económica para el Córdoba CF. Eso sí, el árbitro ha obviado en el acta los insultos racistas que tuvieron que soportar los componentes del Ceuta. De hecho el club local exhibió en los videomarcadores un comunicado en contra del racismo y la xenofobia para advertir a sus aficionados.