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Arias: "Aunque me haya ahogado en la orilla del ascenso, me voy contento y orgulloso"

Ramón Arias Madrid, este lunes en el plató de 'Club Deportivo', de RTVCE

El colegiado navarro Ramón Arias Madrid, afincado en Ceuta desde los 15 años, dirigió el pasado sábado el último partido de su carrera como árbitro. Fue el Osasuna B – Athletic de Bilbao B (0-3), con el que ponía punto final a 25 años en el arbitraje, los 17 últimos, de forma consecutiva, en Segunda B. Tiene que dejarlo al haber cumplido los 40 años. Se va con la espina clavada de no haber podido ascender, pero muy agradecido a todo lo que le ha dado el arbitraje.

Arias Madrid fue uno de los invitados de Javier Navas en 'Club Deportivo', el programa que dirige y presenta en RTVCE, donde no pudo contener la emoción al hablar de su despedida. “Estoy muy contento de poder retirarme así de la categoría allí. Tenía la ilusión de acabar en mi tierra, aunque llevo aquí en Ceuta desde los 16 años y la considero como mía. He estado veinticinco años en el arbitraje a nivel nacional, se daba la coincidencia de que se jugaba allí y me designaron ese partido”, explicó.

Arias Madrid cumplió 40 años en abril, límite para seguir pitando en Segunda B. “Es ley de vida, te toca, llega tu momento y hay que asumirlo”, dijo resignado.

Arias recordó sus inicios en el Comité de Ceuta, cuando fue colegiado por el recientemente fallecido Mariano Díaz Mesa y empezó a salir como asistente con Matoso Aguilar. “He vivido por y para el arbitraje. No sé lo que es salir en pandilla, me decanté por eso y no me arrepiento para nada. Fue un sacrificio, pero al final ha sido como una inversión en mi vida”.

Sobre su último partido, el sábado en Pamplona, admitió que con el paso de los minutos “te das cuenta que se va acabando. Guardo anécdotas y recuerdos muy bonitos de mi carrera, para emocionarse y llevárselo de recuerdo para siempre”.

Arias Madrid, de cuarto árbitro en un Barcelona-Deportivo

Arias reconoció que se retira con la espina clavada de no haber podido conseguir el ascenso como árbitro a la Liga Profesional. “Por empeño no me gana nadie. La puerta siempre la tienes abierta, te puedes ir cuando quieras, pero la que hay que abrir es muy difícil, parece que te la han pintado en la pared y no se abre. Cada vez que vas subiendo, el embudo se cierra más y es que esto es así y tiene que ser así, tienen que llegar lo mejores, y yo no he estado entre los mejores. Me he ahogado en la orilla, lo he tocado”.

No obstante, el colegiado ceutí, como cuarto árbitro, sí ha vivido de cerca el fútbol profesional. “He visto el arbitraje de élite desde dentro, los compañeros me han tratado como si fuera uno más, y los clubes de Primera y Segunda, también, igual que los equipos de Segunda B. Me voy supercontento y orgulloso, y también por demostrar que Ceuta sigue contando con buenos árbitros en categoría nacional”.

"Algo se está haciendo mal"

Sobre la ausencia de un árbitro de Ceuta en Primera o Segunda desde los tiempos de Luis Jaramillo y Antonio Moreno, ambos ya fallecidos, Arias Madrid fue tajante: “Algo se está haciendo mal. No estamos yendo por el camino correcto. Que yo haya estado diecisiete años en Segunda B, conociéndome ya, y manteniéndome todos los años es muy complicado. Siempre hay alguien por debajo que va empujando Si aquí hubiera una cantera empujando con ilusión, yo no estaría aquí hablando de mis diecisiete años en Segunda B, me hubiesen descendido sí o sí. En otros Comités si no asciendes pronto, te vas”.

El colegiado ceutí, durante un partido de Segunda B

Arias animó a “todos los chicos y chicas” a colegiarse “porque el arbitraje te llega hasta a formar en la vida. Necesitamos gente nueva, que podamos pulirla, enseñarla y romper esa barrera que tenemos en Ceuta, que no lo he conseguido ni yo. Tenemos que apretar fuerte. Ceuta no se puede quedar sin meter a nadie en la Liga de Fútbol Profesional”.

Ramón Arias no quiso dar un nombre como su referente en el arbitraje. “Mi política ha sido coger lo que más me gustaba de cada uno, me he intentado nutrir de lo bueno que me ha gustado, lo que no, lo he dejado pasar. Al final el que llega es porque lo hace bien. Los conozco y todos son gente estupenda, maravillosa, no diría la verdad diciendo solo uno. El Comité Nacional me ha tratado como a un hijo. Han sido mucho años y cuando llegue agosto, no sé qué voy a hacer. Todavía no he asimilado eso y me va a costar mucho”.

Sobre la próxima implantación del VAR en el fútbol español, manifestó que “va a ayudar en jugadas puntuales, siempre y cuando sea para ese tipo de cosas, si no, va a ser una locura y un partido va a ser una telenovela”.

El colegiado ceutí, manteado por sus compañeros en sus últimas pruebas físicas como árbitro de Segunda B

"Ser árbitro en Ceuta es difícil"

Reconoció que ser árbitro en Ceuta es “difícil si tienes personalidad. Aquí nos conocemos todos y a los cinco minutos te vas a cruzar en la calle con un jugador o un directivo. Es muy complicado, pero si sigues una línea y eres una persona correcta, que no te dejas influenciar y haces las cosas como tienes que hacerlas, la gente te va a conocer y va a decir: Este no entra al trapo. Hay fama buena y mala, la que te quieras llevar es la que vas a tener. Pero es difícil ser árbitro, la sociedad no es la de hace quince o veinte años, que había un respeto”.

Arias fue muy crítico con la categoría nacional juvenil en nuestra ciudad. “No estamos por la formación del chaval, sino por otro tipo de intereses que están manchando el fútbol de categoría nacional. Si nos tenemos que mantener sí o sí porque llueve el maná, entonces existe el problema. Yo he mantenido una línea desde que tenía quince años y no me ha dado mal resultado, me he encontrado en la antesala de fútbol profesional”.

Preguntado por la polémica salida del Comité de Árbitros de Ceuta de su hermana Luisa, que denunció que su despido fue debido a que llevaba a los campos a su hijo de cinco años, Ramón Arias señaló que fue “un conflicto que no me hubiese gustado que hubiese surgido. Conozco muy bien a mi hermana, ha viajado conmigo durante cinco temporadas en Segunda B, sé de su forma de trabajar, es una persona excepcional, con una actitud y aptitud inmejorables y envidia de muchos. Que saliera como salió... El Comité y ella tenían su parte de razón, pero tenía que haber habido un tacto para no llegar a ese fin. Ningún compañero me habló nunca mal de ella, es una persona excepcional, trabajadora y madre como ella sola. Y a nivel arbitral, me voy superogulloso de la hermana que tengo, no la cambiaba por nadie. Le dije: No estés en un sitio que no te quieren, y yo voy a hacer lo mismo. Si quieren contar conmigo que cuenten y si no, me iré”.

“Ahora mismo la próxima temporada tendré que asimilarlo, espero que me ayude mi gran familia. No voy a estar donde no esté a gusto y ellos tampoco. La vida sigue. Que tengo morriña y ganas de pitar, no sé, tengo hijos muy pequeñitos, ya veré. Si me quieren voy a estar, si no, ha sido un placer, he intentado hacerlo lo mejor posible. Ha sido un orgullo representar a todos los caballas a nivel nacional”, concluyó.

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