Las instalaciones del CN Caballa llevan más de medio siglo en su ubicación de La Ribera

El Club Natación Caballa podrá seguir durante cuarenta años más en su actual e histórica ubicación de la playa de La Ribera. La Delegación del Gobierno en Ceuta ha informado este lunes que el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, a través de la Dirección General de Sostenibilidad de la Costa y del Mar de la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, ha otorgado al club ceutí, mediante Orden Ministerial de 20 de marzo de 2015, una prórroga extraordinaria de cuarenta años, de la concesión otorgada por Orden Ministerial de 23 de mayo de 2013 de ocupación de 1.958 metros cuadrados de dominio público marítimo-terrestre, con destino a club de natación.

Así pues el Caballa podrá continuar con su actividad en uno de los edificios más emblemáticos de la ciudad, en el que lleva más de medio siglo, después de que en 2011 hubiese caducado el plazo legal de 30 años de la anterior concesión, por lo que la entidad llevaba cuatro años tramitando la renovación ahora concedida.

Según la nota de prensa de la Delegación del Gobierno, el plazo máximo de la prórroga extraordinaria se delimita en el Real Decreto 876/2014, de 10 de octubre, por el que se aprueba el Reglamento General de Costas, en función del uso previsto del dominio público marítimo-terrestre y dicho plazo se reducirá en una quinta parte cuando las instalaciones se ubiquen en ribera del mar, como es el caso del CN Caballa.

Imagen de un partido de waterpolo en la pisicina del CN Caballa

Hace cuatro años, cuando el 30 julio de 2011 venció la anterior concesión de treinta años, el Caballa obtuvo una prórroga por un plazo máximo de cinco años más, a pesar de que las instalaciones ocupan parte de uno de los lienzos de las Murallas Reales, cuyo conjunto monumental está protegido por un plan especial.

La Bahía Norte o la zona de Fuentecaballos, en la propia playa de La Ribera, fueron las ubicaciones que se barajaron en su momento como alternativas si el club tenía que cambiar de instalaciones. Finalmente, el Caballa no tendrá ese problema, al menos durante los próximos cuarenta años.