Miguel Martínez, presidente del Club de Montaña Anyera, organizador de la carrera por delegación de la Federación de Deportes de Montaña y Escalada de Ceuta (FDMEC), ha manifestado que la prueba ha sido un “éxito a nivel participativo, porque llevamos cinco años consecutivos de aumento de interés y, a nivel organizativo, para nosotros, que somos un club modesto, era un reto muy importante, y estamos muy satisfechos de la implicación de los voluntarios, que sin ellos sería imposible organizar esta prueba”.
En términos parecidos se pronuncia Francisco Escobar, presidente de la FDMEC. “Se ha demostrado el interés con la gran participación de los 150 corredores de la Península, que la mayoría venían por la Copa Hércules. La prueba ha sido todo un éxito en organización y participación, y por las personas que colaboran y se involucran de una forma muy directa. Una prueba de este tipo no se puede hacer sin gente detrás que la desarrolla. Nosotros no contamos con una infraestructura detrás como otros. Esta es una prueba de nivel considerable y eso implica mucha gente: Federación, amigos, familiares… Sierra Bullones es ya una marca muy importante, hemos creado una prueba muy importante en un circuito ‘corrible’ pero también duro, muy variado y muy competitivo”.
Preguntados por las sanciones impuestas a varios corredores por no portar al cruzar la meta el obligatorio material (un depósito de agua de al menos medio litro, un teléfono móvil y una manta térmica) contemplado en el reglamente de la carrera, los organizadores son tajantes. “El reglamento lo marcaba muy claro, se publicitó desde el primer día y se comentó en la charla técnica, a la que desgraciadamente cada vez va menos gente local y es muy importante, porque por ejemplo también se informó de modificaciones de última hora del recorrido”, comenta Martínez.
“En la salida, estos corredores llevaban dicho material, pero al entrar los jueces de la prueba comprobaron que no lo portaban el material. Es algo que se decide por la seguridad del competidor, no es un capricho, porque hay zonas del recorrido de muy difícil extracción en el caso de que un corredor tenga un percance, por ejemplo riesgo de hipotermia”, recalca el presidente de Anyera.
“En ediciones anteriores no consideramos que hubiera que llevar ese material, pero hay que pensar que algunos corredores vienen con el chip de la carrera en línea y esto es montaña, tiene sus riesgos y sus circunstancias. La manta térmica, por ejemplo, tiene su vertiente para el frío y el calor, la sacas y te ayuda a aislarte del calor en un día como este domingo mientras viene alguien de asistencia. Si la organización lo pide es por algo, y hay que cumplir con el reglamento”, subraya el presidente de la Federación de Montaña.
Los corredores también finalizaron muy contentos con la organización.
Mustafa Al Lal, de la Peña Ceutí 100 Kms, dominó con autoridad la prueba larga, de 30 kilómetros, en la que se impuso por tercera vez de las cinco ediciones disputadas. Al cruzar la meta dijo que había tenido “buenas sensaciones. Al principio la carrera iba rápida, yo me quedé un poco manteniendo atrás, aguanté hasta la mitad de la carrera, cada uno tiene que ir a su ritmo y cuando hay que atacar, se ataca”.
Al Lal se dedicó el triunfo “a mí mismo porque año pasado me retiré por una lesión y tenía esa espina clavada”.
Francisco Rosas, vencedor en los 14 kilómetros, se acordó tras acabar la carrera de “mis hijos y mujer, que están en la Península”. En su caso, aventajó por muy poco al segundo, el ceutí Javier Jiménez, que también tuvo palabras de recuerdo para “la familia y mi club. Seguimos disfrutando cada año de esta carrera tan satisfactoria para todos y espero que la organización siga trabajando como lo está haciendo”.
La ganadora en 14 kilómetros fue la corredora local María Bohórquez, que hizo un gran registró que la situó undécima de la general. “Ha sido genial, salió la carrera muy bien y la organización, de lujo. Se lo dedico a mi marido y a mi hijo”, comentó feliz en la meta.