Isa Contreras ya está en Ceuta. La palista ceutí del Club Los Delfines acaba de llegar de Duisburgo (Alemania), donde ha participado en el Mundial de piragüismo como componente de la selección española. Con el piragüismo gravemente afectado por la crisis económica, los resultados no han sido los mejores, pero la deportista caballa ha completado una gran temporada. Según sus técnicos, la mejor de su carrera deportiva hasta la fecha. Ha sido  campeona de España, cuarta en los Juegos del Mediterráneo y quinta en el Campeonato de Europa. En el Mundial, el duodécimo puesto con el K-4 español fue el mejor resultado.

¿Qué balance haces de tu participación en el Mundial, con presencia en cuatro pruebas?

En los K-2 fue un poco lo peor. Se sabía que íbamos a intentar hacer algo, que lo que saliese iba a estar bien debido a los problemas con mi compañera Ainara Portela, que no se pudo financiar el viaje y no fue. Pese a todo, decidimos hacerlo la última semana con otra compañera, sin entrenar, y en un Mundial quedar fuera en el 500 y séptimas en el 200, pues era lo que había. El K-4 sí se estaba preparando, era como un simulacro de cara a 2015, que es la clasificación olímpica y se clasifican diez barcos. Entramos en la final B y nos pusimos la meta de lograr el primer puesto, pero no pudo ser. Nos quedamos a dos puestos de la clasificación y ahora tenemos dos años por delante para trabajar mucho más y buscar mucho más apoyo de la Federación, que creo que es la clave.

A pesar de que los resultados no hayan sido los mejores en el Mundial, para ti ha sido una gran temporada…

Sí, este año la temporada me ha ido muy bien, no tengo quejas a nivel individual. He conseguido muchísima mejora. En los barcos de equipo sí hay que mejorar y ésa es la apuesta. Tú puedes mejorar mucho en tu K-1, pero si en el K-4 entrenamos tres semanas frente a países que entrenan un año o años, ciclos olímpicos, no podemos llegar y ganarles como si ellas fueran mancas. El año que viene tenemos que achuchar un poco más a la Federación para entrenar más tiempo juntas, no el último mes.

¿Se está cebando la crisis económica con deportes minoritarios como el piragüismo?

Se está notando demasiado, al punto de tener que autofinanciarnos. Mi compañera de K-2 no ha podido ir al Mundial porque no se lo podía pagar. La Federación sólo paga el K-4 y al no formar ella parte del K-4 no se lo pagaba. Como ése se han visto otros casos, como tener que pagarnos la equipación, los viajes… Te dicen que no hay, que o se paga o no se compite. En deportes como el piragüismo se está padeciendo demasiado la crisis.

A ti te apasiona el piragüismo, pero supongo que con este panorama también sufres bajones, momentos en los que piensas en mandarlo todo a paseo…

Sí, sí. Hay momentos, sin duda, que si sin estas dificultades este deporte ya es muy duro, sabiendo que dependes mucho de tus padres y de tu entorno es todo mucho más difícil. Aquí tengo la suerte de que mi club me ayuda en lo que puede, pero aun así, se te hace bastante largo.

¿Tu continuidad en el piragüismo depende estar en los Juegos de Río?

Tal cual está la situación, lo único que cabe es decir que si no estoy en los Juegos, tendré que replanteármelo todo otra vez. Pero ahora hay que aguantar todo. Quedan dos años y hay que apurar todo para conseguir eso. Si le dan los Juegos de 2020 a Madrid, supongo que la situación mejorará algo, si no será muy complicado. Mientras se vaya viendo la puerta medio abierta, intentaré seguir, pero en el momento que no se pueda o la clasificación sea negativa, me tendré que replantear mi vida.

¿Tanto os jugáis con la elección de Madrid como sede de los Juegos 2020?

Estamos rezando para que salga. Si este año hemos sobrevivido de alguna forma, es por la esperanza que salga y el deporte se aguante con esta crisis. Si no, deportes minoritarios van a  salir muy perjudicados.

La temporada que viene dejas la Residencia Blume para concentrarte en Sevilla. ¿A qué se debe el cambio?

Este año la Federación decidió cambiar y nos vamos a Sevilla. En Madrid no tenemos ninguna queja porque estábamos en unas condiciones buenísimas, pero el tema de estar a una hora de la pista se hace duro. Al cabo del día, son dos horas de viaje sin poder doblar agua. En Sevilla, eso nos va a salvar un poco, aunque tengamos que prescindir de algunas instalaciones que teníamos en la Blume.

¿Cómo valoras la temporada del tu club, de Los Delfines? Parece que pese a la crisis va capeando el temporal, ¿no?

Sí, el club, con la que está cayendo, está aguantando bastante bien el tipo. Los niños cada vez tienen más ilusión y aspiraciones de estar en el equipo. Juan González también está en la selección y este era su primer año de senior, que siempre es el más duro, por lo que tiene muchos años para ir mejorando y no debe decaer en ningún momento, que seguro que, si no puede ser para 2016, en 2020 es estará luchando por lo mismo que yo ahora. Y los jóvenes, cadetes o junior, cada vez los ves con más ganas y se quieren comer el mundo en un mes. Eso es bonito y bueno para deportes que no tienen  tanta recompensa, como el nuestro.

¿Cuándo vuelves a marcharte y cuáles son tus próximos objetivos?

Ahora quiero tomarme unas semanitas de vacaciones. Yo siempre digo que lo físico siempre se recupera, pero lo psíquico es lo que más tarda en recuperarse. Quiero desconectar un poco de la piragua, aunque seguiré corriendo y haciendo mi gimnasio, y en octubre volveré ya a trabajar con plena carga para preparar el Campeonato de España de marzo y el primer selectivo de cara al Mundial, que aún no sé cuándo será.