La selección española masculina de waterpolo se despidió del Campeonato del Mundo de Barcelona con una victoria ante Grecia por 10 goles a 8 en la lucha por la quinta plaza. El equipo español, que acumuló tres derrotas en el torneo y volvió a caer en el cruce de cuartos, esta vez ante Italia, estuvo lastrado por su irregularidad y sobre todo por sus problemas en ataque en una competición muy exigente que fue la última de Xavi Vallés y quizás de algún otro jugador de los que llevan muchos años en el equipo nacional.

España se despidió el Mundial de Barcelona con el sabor dulce de la victoria. El equipo de Rafa Aguilar no se dejó ir después de caer ante Italia y quedarse fuera de la pelea de las medallas y perseveró para conquistar la quinta plaza después de ganar a Serbia por penaltis y este sábado a Grecia por 10 goles a 8. Los españoles, que habían perdido con los helenos en la fase de grupos, se desquitaron con una victoria que se fraguó en el último cuarto tras llegarse al final de los primeros veinticuatro minutos con empate a ocho goles.

El juego no tuvo la intensidad de un partido en el que hay una medalla en juego. Los dos equipos querían ganar, pero cometieron bastantes errores en ataque y jugaron a impulsos. Los cuartos impares (primero y tercero) fueron para Grecia, mientras que España impuso su ley en el segundo y en el cuarto, decisivo en la suerte del choque. España parecía tener encarrilado el encuentro en el descanso, pero los helenos reaccionaron en el tercer período y el último cuarto arrancó con tablas en el marcador.

Albert Español toma el mando

Albert Español, compañero esta temporada de Guillermo Molina en el Florencia, lideró el ataque de su equipo con cinco goles para un total de 17 tantos al final del Campeonato. Un gol de Español y otro de Marc Minguel firmaron un parcial definitivo de 2-0 en los últimos ocho minutos en los que Grecia no fue capaz de marcar un solo gol. De nuevo Iñaki Aguilar ayudó mucho desde la portería. Guillermo Molina aportó dos goles con un cincuenta por ciento de efectividad y cerró el Mundial con 11 goles en siete encuentros.

El encuentro ante Grecia supuso el adiós del veterano Xavi Vallés que sigue los pasos del también boya Iván Pérez, que se retiró tras los Juegos de Londres. La retirada del jugador del Sabadell quizás no se la única después de un Mundial en el que España adoleció de la solidez suficiente para aspirar al podio. Italia, el verdugo de España en los cuartos de final, perdió contra Croacia por 8-10 en el partido por la medalla de bronce. En la final Hungría superó a Montenegro por un solo gol y repitió título mundial en Barcelona tras colgarse el oro en el 2003.