Ceuta amaneció este 7 de junio cubierta por un manto de niebla tan espeso que ni la piedra del Pineo habría podido encontrarse a sí misma. En la playa de Fuente Caballos, donde debía arrancar la tercera edición de la Travesía a Nado Ribera-Pineo, se agolpaban no solo nadadores con gorro, gafas y neopreno, sino, también ganas, ilusión y ese puntito de nervios propio de quien está a punto de echarse a la mar por una buena causa. Leer más...