La piragüista ceutí Isa Contreras está viviendo el confinamiento por la crisis del coronavirus junto a sus compañeros del equipo nacional en la sierra de Madrid. Allí se trasladaron cuando estalló la crisis sanitaria y se cerraron las puertas del CAR. Optaron por alejarse del foco de la infección y recluirse cerca del embalse de Picadas, el epicentro de su entrenamiento diario, para no expandir el virus en su vuelta a casa.