Cuando vuelva el fútbol será a puerta cerrada, según la previsión del Gobierno, una medida que aceptarán los clubes de Primera y Segunda porque los mayores ingresos llegan por los derechos de televisión, pero que no es del agrado de la mayoría de los equipos de Segunda B y Tercera División cuyos presupuestos están supeditados al número de abonados, a las taquillas, a los patrocinadores y a los colaboradores.