Con la temporada oficialmente cerrada y sin apenas eventos deportivos en el calendario inmediato, los focos empiezan a desplazarse hacia los despachos. La Segunda División, esa categoría que nunca duerme, ya ha empezado a agitar el mercado de verano con los primeros movimientos tanto en los banquillos como en las plantillas. Y, aunque el ritmo es todavía comedido, algunos clubes ya han dejado patente que no quieren perder el tiempo.
Fichajes con acento veterano y aroma a regreso
El Leganés, recientemente descendido, ha protagonizado dos de los movimientos más llamativos de los últimos días: por un lado, ha oficializado el regreso de Rubén Peña, lateral con pasado en Villarreal y Osasuna, que vuelve a casa con contrato hasta 2027; por otro, ha incorporado al central Rubén Pulido —ex del Huesca— en una apuesta de juventud y proyección que se extiende hasta 2028.
No muy lejos, en la Tacita de Plata, el Cádiz se ha hecho con los servicios del centrocampista Sergio Ortuño, procedente del Eldense, que ha firmado por tres temporadas. A su llegada se suma también la de Álvaro García Pascual, joven extremo con pasado reciente en el Sevilla Atlético, que apunta a ser uno de los tapados del proyecto dirigido por Asier Garitano.
En el Córdoba, la noticia ha sido de impacto: Sergi Guardiola, delantero curtido en mil batallas, regresa al club blanquiverde, donde ya brilló en 2017. Firma por una temporada con opción a una segunda y se convierte, desde ya, en el gran abanderado del nuevo curso futbolístico.
Reconstrucción tras el naufragio
Mientras algunos construyen con calma, otros deben levantar los cimientos desde cero. Es el caso del Racing de Ferrol, que ha consumado un doloroso descenso a Primera RFEF y se enfrenta a una reconstrucción forzada. El club gallego, que no pudo mantener la categoría tras un año marcado por la irregularidad, ha comenzado a mover ficha tanto en la parcela técnica como en la deportiva. Su objetivo es claro: regresar cuanto antes a la categoría de plata del fútbol español.
También en el Castellón, pese a haberse mantenido en la categoría, el mercado ha empezado con sobresaltos. La salida de buena parte de su columna vertebral en el centro del campo —Van den Belt, Calavera, Jojic y Zarfino— obliga al club albinegro a acudir al mercado con urgencia. Suenan con fuerza nombres como Marc-Olivier Doué, Beñat Gerenabarrena o Joaquín González como posibles relevos en la medular.
Lo que viene: más salidas, cesiones y algún banquillo caliente
Aunque de momento no se han oficializado cambios de entrenador en la categoría desde el cierre de campaña, hay clubes que podrían mover ficha en los próximos días; especialmente, aquellos que han cerrado el año con mal sabor de boca. Albacete, Eibar o Burgos figuran entre los que podrían dar un giro de timón en sus banquillos si no cristalizan algunas renovaciones clave o llegan ofertas externas.
Además, el mercado de cesiones, cuya ventana oficial se cierra el 30 de junio, promete generar una cascada de movimientos que empezarán a definirse en breve. Muchos clubes están esperando ese cierre para actuar con mayor claridad en las negociaciones.
Calma tensa antes del verano frenético
Lo que ahora parece un arranque tímido puede convertirse en una auténtica estampida de nombres y noticias en las próximas semanas. El mercado apenas ha abierto la puerta, pero ya empieza a oler a revolución. Segunda División nunca decepciona. Y el verano, como siempre, promete ser largo.
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