La temporada 2025-2026 de Segunda División se presenta cargada de historia, reencuentros y ambición. La próxima campaña, que comenzará a mediados de agosto, contará, como siempre, con veintidós equipos. Salvo que el Nàstic acabe ocupando la plaza del Mirandés -no hay que olvidar que ambos están sumidos en sendas fases de ascenso-, todos los clubes ya confirmados (a excepción del Ceuta) poseen un pasado común: en algún momento de su trayectoria, han militado en Primera.
Este hecho, que no suele ser habitual en la categoría de plata del fútbol español, convierte al próximo curso liguero en una edición especialmente atractiva para los aficionados con memoria. Desde los recién descendidos hasta los que podrían volver procedentes de Primera RFEF, LaLiga Hypermotion estará repleta de clubes que, en diferentes momentos y con distintos estilos, han pisado alguna vez el césped de los grandes estadios nacionales.
Los que bajan de Primera
Los tres equipos que se han despedido esta temporada de la categoría de oro comparten una cosa: saben lo que es competir con los mejores. El Real Valladolid, habitual en el ascensor entre Primera y Segunda, acumula 45 temporadas en la élite, a la que buscará regresar lo antes posible. Tras lograr la permanencia durante varias campañas entre 2016 y 2020, el Leganés vuelve a bajar un peldaño competitivo después de un fugaz paso por LaLiga EA Sports. Las Palmas, uno de los clásicos del fútbol canario, también regresa a Segunda luego de una temporada para el olvido en Primera, en la que ha estado inscrito en hasta 35 ocasiones.
Los que ascienden directamente desde Primera RFEF
La Cultural Leonesa, uno de los dos grandes triunfadores de Primera RFEF, también ha militado alguna vez en Primera División. Su presencia en la élite, no obstante, queda más lejana en el tiempo: la última ocasión en la que el conjunto leonés se enfrentó a los grandes del fútbol español fue a mediados del siglo pasado.
El del Ceuta es, sin duda, el caso más particular. Lo más cerca que un equipo ceutí ha estado de jugar en Primera fue en la temporada 1960-1961, cuando el entonces denominado 'Club Atlético de Ceuta' logró un subcampeonato que, a la postre, le permitió disputar la fase de ascenso de aquel mismo año. El sueño duró más bien poco; los ceutíes cayeron derrotados ante el Elche. Tras más de cuatro décadas alejado del fútbol profesional, la actual Agrupación regresa triunfante (y con más ganas que nunca).
Los que se juegan el ascenso
No hay que olvidar que aún queda por resolverse otra eliminatoria decisiva: la que enfrenta a la Real Sociedad B y al Nàstic de Tarragona. De los dos, el conjunto catalán compitió en Primera por vez última en el curso 2006-2007. Su futurible presencia en Segunda, por tanto, no alteraría el reparto histórico de la categoría.
Lo que está claro es que, pase lo que pase, el Ceuta no será el único debutante absoluto sin pasado en la élite: el vencedor del duelo programado entre la Ponferradina y el Andorra compartirá con la Agrupación esa condición de "nuevo" en el fútbol profesional. Tras haber firmado las tablas en el partido de ida (1-1), el ascenso se decidirá a vida o muerte el próximo fin de semana en El Toralín.
El Mirandés, también pendiente de resolver su futuro
Los dos únicos equipos del vigente campeonato cuyo futuro inmediato sigue en el aire son el Mirandés y el Real Oviedo. A diferencia de este último, el equipo de Miranda del Ebro nuca ha logrado militar en Primera División. Si consigue dar el salto, se estrenará por fin en la élite y, con ello, dejará un hueco libre en la categoría de plata. Si, por el contrario, se queda a las puertas, compartirá con el Ceuta el particular distintivo de ser el único club de Segunda sin experiencia en la máxima categoría (siempre y cuando no terminen por ascender ni la Real Sociedad B ni la Ponfe).