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La rítmica ceutí celebra su 20º torneo oficial en un Guillermo Molina a rebosar

Una gimnasta, durante una exhibición en el marco del XX Torneo de Gimnasia Rítmica de Ceuta

Una gimnasta, durante una exhibición en el marco del XX Torneo de Gimnasia Rítmica de Ceuta

Está claro que uno no cumple veinte años todos los días. Lo sabe la Federación de Gimnasia Rítmica de Ceuta, pero también las (muchas) gimnastas que forman parte de esta. Ellas mismas y sus familias. Por saberlo, lo sabe hasta el Instituto Ceutí de Deportes. De no ser así, no habría explicación posible para lo vivido este 24 de mayo en el Guillermo Molina.

El complejo polideportivo más insigne de la ciudad autónoma -con permiso del renovado pabellón al que da nombre José Ramón López Díaz-Flor- ha hecho este sábado las veces de escenario de la que ha sido la vigésima edición del aclamado 'Torneo de Gimnasia Rítmica de Ceuta', una de las citas más importantes del vasto calendario deportivo local, una que, cada curso, gana por méritos propios en solera y participación.

Según los datos que manejan el ICD y la territorial que encabeza María Ángeles Arrabal, el evento ha reunido este 2025 a alrededor de 500 gimnastas entre individuales y conjuntos. Desde prácticamente la hora del mediodía, las participantes han ido tomando por turnos el tapiz dispuesto en la pista de fútbol sala del recinto para, con ello, exhibir ante cientos de espectadores los frutos de meses y meses de trabajo, constancia y sacrificio.

Pese a que la mayoría de las jóvenes que han concurrido a la cita eran -como casi siempre- caballas, el acontecimiento ha dado alcance a deportistas procedentes de Málaga, Cádiz, Sevilla, Castellón y Melilla. Tras de ellas, han hecho acto de presencia sus respectivos acompañantes en lo que, a la postre, se ha acabado convirtiendo en una auténtica fiesta.

Las gustosas encargadas de abrir la competición han sido las más pequeñas de la casa; ellas han sido las receptoras de los primeros vítores y aplausos que hoy han resonado en el Guillermo Molina. La entrega del público, más que notoria, ha sido absoluta: padres, madres, hermanos, abuelos, tíos, amigos y demás acompañantes animaban desde las gradas mientras, a pie de pista, las chicas daban ante el jurado lo mejor de sí mismas.

A lo largo del primer tramo del torneo, entre las doce del mediodía y la tres de la tarde, han desfilado por el tapiz un total de treinta y dos conjuntos. Caída la hora del almuerzo (o de la siesta, según se vea), el ICD y la Federación despachaban la primera tanda de trofeos. Luego de treinta minutos de descanso, sobre las tres y media, el campeonato seguía su curso de la mano de las participantes de mayor edad.

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