No es la Cuna de la Legión, pero cada vez está más cerca de cogerla en lo que a participación se refiere. El año pasado, fueron alrededor de 500 los corredores que concurrieron a la cita. Este 2025, el monto de inscritos ha superado ligeramente los 600. La conclusión, en ambos casos, es la misma: en Ceuta, nos gusta mucho correr. A falta de conocer qué opinan sus promotores, cualquiera diría que su éxito ha vuelto a ser rotundo. A tenor de lo vivido este 31 de mayo, parece más que evidente que el Desafío de los 300 se ha convertido ya en un evento merecedor -por méritos propios- de ser tachado de "multitudinario".
La popular carrera cívico-militar auspiciada por el Grupo de Regulares nº 54 ha celebrado este sábado la que ha sido su octava edición. Lo ha hecho por mediación de un abultado grupo de valientes que no han tenido impedimento alguno en cambiar el jolgorio propio de las comilonas de sábado por el sudor y el esfuerzo físico.
Nada de parejas; nada de escuadras: este 2025, a diferencia de lo ocurrido en años anteriores, la única forma de tomar parte en la prueba era hacerlo en compañía de dos personas más, esto es, en formato trinomio. Según los datos que manejan desde Mis Tiempos con Chip, han completado la carrera 182 de estos.
Como de costumbre, la playa de La Ribera ha hecho las veces de 'campamento base'. Una hora antes de que la organización activase el primer cronómetro, el ambiente en los bajos del Mercado Central de Abastos era el propio de una celebración, una a la que no le faltaba ni el más mínimo detalle. Los corredores, ataviados de la cabeza a los pies, iban llegando a la zona casi por goteo mientras, de fondo, sonaban temas tan icónicos como Eye Of The Tigger y Beggin'.
El primer pistoletazo de salida se producía transcurridos dos minutos de las diez en punto. Con el sonido de las balas de fogueo, los equipos masculinos ponían pies en polvorosa. Acto seguido, hacían lo propio los conjuntos mixtos. Más tarde, sobre las diez y diez, llegaba el turno de las féminas.
Caída la una y media de la tarde, todos los grupos habían completado al trote los 14 kilómetros de recorrido, circunstancia -ya de por sí agotadora- a la que hay que sumar la dificultad añadida de los 31 obstáculos a sortear: vallas, rampas, castillos hinchables, alambre de espino... En definitiva: un auténtico campo de minas; algo solo apto para los más audaces.
El primer trinomio cruzaba la línea de meta poco antes del mediodía al ritmo de We Are the Champions, la canción de las canciones de Queen. Con una marca de una hora, veinte minutos y veintiocho segundos, volvía a proclamarse vencedor el grupo de Regulares, compuesto por el archiconocido Vilal Ahmed y sus hoy compañeros de fatigas: Nordin Mohamed y Haron Ahmed.
Una hora y treinta y ocho minutos después de empezar a correr regresaba de nuevo a La Ribera 'Kamikazes', el primero equipo mixto. Sus miembros: Andrea Cantizano, Borja Varela y Jesús Hernández. En féminas, el grupo ganador ha sido el del RING-7, integrado por Natalia Mora, María Romero y Patricia Díaz, quienes llegaban a la meta cuando el crono marcaba una hora y cuarenta y nueve minutos.