La decisión de Luis Rubiales, presidente de la RFEF, de dar por concluida la temporada en Segunda B y Tercera División ha sentado muy mal en algunos clubes y lo que es más importante no se ajusta a las bases de la competición, y deja un vacío legal. El Lleida, en desacuerdo con el final express, entiende que no puede tomarse una decisión a medias, sino que o debe acabar la temporada o cancelarse por cuestiones sanitarias. Otra opción recogida en el artículo 199 del reglamento de la Federación es contabilizar los resultados de la primera vuelta.