Los jugadores del Ceuta han tenido que convivir esta temporada con una presión excesiva

Escribía esta mañana en su cuenta de twitter Agustín Castellote que "siempre participé de la idea de que echar a un entrenador en enero no es un fracaso del técnico y si un enorme fracaso de quién lo contrata". Y eso es lo que ha sucedido en la AD Ceuta FC, el que manda ha decidido prescindir de los servicios de Juan Ramón Martín tras alejarse el equipo caballa peligrosamente de los puestos de play off.

Una decisión que toman muchos equipos echando mano de uno de los muchos tópicos del fútbol, la llegada de un nuevo técnico supondrá un revulsivo y un cambio de rumbo, pero en muchas ocasiones los resultados no mejoran.

El entrenador ecijano tiene su cuota de responsabilidad en la trayectoria del Ceuta, pero pensar que es el único responsable es tan injusto como incierto. La AD Ceuta FC ha cometido una serie de errores que están marcando una campaña muy irregular, con la afición desencantada después de leer este verano machaconamente que el objetivo en la temporada 2015-2016 era el ascenso a Segunda B.

Los fichajes no han dado el rendimiento esperado. Adri es el último en marcharse

Presión innecesaria

Al Ceuta le había ido muy bien en las dos últimas temporadas con José Antonio Asián, el discurso del partido a partido y el primer objetivo es sumar el número de puntos necesarios para asegurar la continuidad en la categoría. De una permanencia holgada se pasó al ascenso sí o sí con prácticamente los mismos jugadores. Se generó una presión innecesaria que el equipo cuando se han torcido las cosas no ha sabido o podido manejar.

Fichajes fallidos

Si la temporada pasada el Ceuta acertó de lleno con los fichajes de Luis Zambrano y Pucho, que llegaron recomendados por Jesús Villatoro al coincidir con los dos en el Villarrobledo, y el rendimiento de Ito (10 goles) y Tito No resultó más que aceptable, en el caso del algecireño hay que tener en cuenta la relación precio-calidad (cobraba 350 euros), no se puede decir lo mismo de esta campaña.

El fichaje de Enrique, que ya no está en el equipo ceutí, prácticamente nadie lo entendió por su condición de sub'23 y porque en el centro del campo el Ceuta contaba con Ernesto, Zambrano y Borja Gil, además del canterano Yunes. La incorporación de Adri generaba dudas por la inactividad del lateral-interior zurdo debido a una grave lesión de rodilla (el ex del Real Jaén acaba de rescindir el contrato). El belga Jordan Atheba, del que se hablaron maravillas, no llegó ni a debutar al encontrarse lesionado según informó el equipo ceutí. Corbacho es un delantero centro peleón, al que no se le puede negar su entrega, pero no ha tenido suerte ni acierto en la definición y sólo lleva 4 goles. Migue, el único jugador que llegó con el visto bueno de Juan Ramón, ha dejado pinceladas de su clase, pero no ha terminado de romper.

Juan Ramón pidió un central y un 'nueve' y el Ceuta firmó un centrocampista ofensivo

"Esperaba un sofá y me han traído una lámpara"

Esta frase de Rafa Benítez cuando era entrenador del Valencia, en referencia a la política de fichajes del club ché, es recurrente con Juan Ramón Martín. El ecijano hace más de dos meses que pidió un central y un 'nueve' con gol para completar la plantilla y le trajeron a Jorge Corella, un centrocampista ofensivo o mediapunta con el hándicap de estar sin equipo por lo que necesitaría algunas semanas para ponerse en forma

Plantilla descompensada

La plantilla del Ceuta, además de incompleta, carece de equilibrio. La línea defensiva sólo cuenta con un lateral derecho (Segura) y dos centrales contrastados en la categoría como Jaime y Corrales. Al tercer central Salim, con muy pocos minutos la pasada campaña, le ha tocado bailar con la más fea. Debutó en San Fernando de lateral derecho y formó en el centro de la zaga en campos tan complicados como el del Alcalá y el Córdoba B. En ataque la 'Prietodependencia' es evidente al haber marcado el delantero caballa 12 de los 27 goles de su equipo. Otros delanteros y jugadores de segunda línea han aportado muy poco en la faceta realizadora. Este Ceuta genera ocasiones, pero le cuesta mucho marcar.

Debilidad defensiva

Los ceutíes son más vulnerables y del Murube han volado demasiados puntos

Si el Ceuta se ha caracterizado por algo en las tres temporadas anteriores es por su fiabilidad en defensa. El equipo caballa sabía que si dejaba la portería a cero y marcaba un gol sumaría los tres puntos. Hasta doce partidos los ganó por 1-0 la pasada temporada. En el actual Campeonato ha encajado 21 goles en 21 partidos y lo que es peor se dejó empatar ante el San Juan o remontar frente al San Roque en el Manolo Mesa. En estos dos partidos volaron 5 puntos por la falta de contundencia defensiva u oficio para mantener un resultado.

El Murube ya no mete miedo

La AD Ceuta FC puso fin ante el Conil a una racha de 29 partidos sin perder en el Alfonso Murube, pero esta temporada otros cuatro equipos (Roteña, Arcos, Sanluqueño y San Juan) no cayeron en el estadio al conseguir un empate, o lo que es igual el equipo blanco dejó de sumar 8 puntos. Los de Juan Ramón Martín empezaron bien en casa con una clara victoria ante la Balompédica Lebrijana, después de un notable primer tiempo, pero llegaron los tropiezos y cada vez acude menos público al Alfonso Murube. El desencanto y el malestar entre los aficionados, cuando se vendió que se iba a construir un equipo para ascender, es grande.

Mano negra

El Ceuta mantiene la teoría que existe una mano negra en el estamento arbitral andaluz para que no juegue el play off de ascenso, que los árbitros se equivocan deliberadamente para dejarlo fuera de combate. Si esto fuera así Juan Ramón Martín debería seguir siendo el entrenador del Ceuta, pero una cosa es un error, que puede ser más o menos grosero, y otra que los colegiados reciban consignas para pitar en contra del equipo ceutí.

Los dirigentes tienen motivos para quejarse del arbitraje en Écija o de la decisión de Medina Martín de suspender el partido del Gerena en el descanso, pero no dijeron nada cuando el Sanluqueño se quedó de manera injusta con diez tras ser expulsado Rubén Pazos a media hora del final. Si el Ceuta es octavo a 8 puntos del play off no es por los árbitros ni la temporada pasada terminó quinto por los colegiados. Simplemente había cuatro equipos mejores, el Algeciras, el San Fernando, el Gerena y el Sanluqueño. Vivir pendiente de los árbitros sólo provoca una crispación en el banquillo que se traspasa al terreno de juego. Algunos confunden el amor por unos colores con perder la compostura y los nervios.