El victorioso estreno del Atlético de Ceuta en el estadio Alfonso Murube ante el Recreativo de Huelva B ha estado acompañado de momentos de tensión como consecuencia de la guerra abierta que mantienen desde el pasado verano los responsables del club y los de la Federación de Fútbol de Ceuta (FFC). Antes de empezar el partido, en los vestuarios ha habido airadas discusiones al negarse los representantes federativos a que el club colocase su publicidad en el campo.

También antes del inicio, ha habido otro incidente en el ambigú de Tribuna, que el club pretendía que fuese cerrado por la Policía Nacional, a la que ha llamado para tal fin. Los agentes han mediado en la acalorada discusión que mantenían de un lado el presidente de la A.D. Ceuta, José Antonio Muñoz, que acompañaba al presidente atlético, Pepe Gil, y de otro el vicepresidente de la FFC, José María Oliveira, acompañado por otros federativos. Los policías han comprobado que la documentación del adjudicatario estaba en regla y el bar ha permanecido abierto al público.

Cabe recordar que tras la cesión del Alfonso Murube por la Ciudad Autónoma a la Federación, ésta anunció la firma de un convenio con Lunapublic para que se encargase de gestionar la publicidad del estadio, teniéndose que poner en contacto los equipos de categoría nacional con esta empresa, e igualmente hizo pública una convocatoria para la adjudicación de los ambigús.

El Atlético de Ceuta, por el contrario, mantiene que, como organizador de los partidos que juega el equipo como local, le corresponde directamente tanto la explotación publicitaria como de los bares del Murube.

El último capítulo de la tarde relacionado con esta guerra ha sido tras el partido, cuando los locales también se han negado a que su entrenador, Álvaro Pérez, compareciera ante los medios de comunicación en la sala de prensa del estadio, como medida de presión ante la negativa de la Federación a que el club coloque allí su publicidad en lugar de la ya existente.