Guillermo Molina, en el aeropuerto de Barajas antes de partir a Río

Si para muchos deportistas participar en unos Juegos Olímpicos es lo máximo, para Guillermo Molina los de Río serán los cuartos que disputa con el objetivo de luchar por las medallas. El waterpolista ceutí de 32 años tiene ante sí la última oportunidad para subirse al podio en unos Juegos y hará todo lo posible para conseguirlo. Molina ha partido este viernes rumbo a Brasil, rumbo a la gloria.

Los reyes Felipe y Letizia han acudido a la despedida de un numeroso grupo de deportistas españoles en la terminal 4 del Aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas, acompañados por el presidente del Consejo Superior de Deportes, Miguel Cardenal, y el presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco, para saludar a los deportistas, técnicos y directivos que forman parte del "gran equipo de España" y desearles "mucho ánimo y muchos éxitos".

España estará representada en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro por una delegación de 305 deportistas (163 hombres y 142 mujeres) y, en esta ocasión, el abanderado español será el tenista Rafael Nadal, que se recupera de una lesión en una muñeca. En Río participarán más de 10.000 deportistas de 206 países, que competirán en las 306 pruebas de las 42 modalidades deportivas que se disputarán del 5 al 21 de agosto.

Grupo muy complicado

Guillermo Molina junto a la Reina Letizia minutos antes de subir al avión

La selección masculina de waterpolo, que no consigue un metal en una competición internacional desde el Mundial de Roma en 2009 cuando se colgó la plata, está en un grupo muy complicado, con Estados Unidos, Montenegro, Italia, Croacia y Francia. De los seis equipos, cuatro seguirán adelante para disputar el decisivo cruce de cuartos, donde España cayó en los Juegos de Atenas, Pekín y Londres contra combinados balcánicos.

España arrancará contra Italia, para continuar con Estados Unidos y Croacia. Guillermo Molina, en declaraciones realizadas a MD, asegura que "es el calendario que tenemos y hay que asumirlo, aunque eso signifique que no podamos acudir a la ceremonia inaugural. Lo primero es lo primero y nuestra intención es competir. Sabemos que debemos ganar al menos uno de esos tres partidos para tener aspiraciones de meternos en cuartos".

Cuando se le pregunta por una medalla en Río, Guillermo Molina tiene claro que "sí, es lo único que le falta a mi palmarés. Es algo de lo que soy muy consciente pero no quiero pensar en ello, me niego a hacer cuentas de la lechera. La mejor receta para el éxito es el trabajo pero también se necesita un punto de suerte, sobre todo en un torneo como el olímpico. Haremos lo primero y confiaremos en lo segundo, a ver adónde nos lleva".