Ángel Fernández, con el trofeo de campeón conseguido en Tánger

Ángel Fernández Sarmiento es un niño de 6 años que estudia 1º de Primaria en el colegio San Agustín. Juega de portero en el equipo prebenjamín que entrena su padre, pero también es piloto. Cuando la bici le parecía poco le pidió a sus padres que le compraran una moto. Con 5 años empezó a competir en pruebas de motocross en la categoría de 50 cc, terminando el año pasado tercero en el Campeonato de Marruecos.

Su padre, Ángel Fernández, no tiene ninguna relación con los deportes de motor, pero los resultados que ha conseguido su hijo lo han animado a empaparse de todo lo relacionado en el motociclismo. "Mi hijo disfruta en las pruebas, creo que tiene cualidades y tanto su madre como yo estamos dispuestos a hacer un esfuerzo para que pueda competir".

Los pilotos ceutíes cuentan con un gran hándicap, la ciudad autónoma no tiene un circuito de motocross. "Ángel no puede montar en moto durante la semana y como en cualquier deporte es necesario entrenar para mejorar. Cuesta entender que Ceuta no tenga una pista de motocross, en Melilla hay dos circuitos, uno oficial y el antiguo".

El joven piloto tiene unas condiciones innatas para practicar motocross

Los resultados de Ángel en la categoría de 50 cc demuestran que este niño de 6 años (cumplirá 7 el jueves) tiene unas condiciones innatas para practicar motocross. Tercero el año pasado en el Campeonato de Marruecos, pese a que no participó en algunas de las 12 pruebas del calendario.

Ángel Fernández ha conseguido victorias en Casablanca y Agadir y fue segundo en Salé. También ha participado en pruebas en Andalucía y el pasado fin de semana se proclamó campeón en Tánger por segundo año consecutivo.

Ángel junto a su padre en una de las pruebas que disputó en el 2015

Es un piloto muy pequeño, pero su progresión no tiene techo. Sus padres y su hermana mayor lo arropan en todas las pruebas y disfrutan tanto o más que Ángel. Estudia 1º de Primera en San Agustín y también juega al fútbol en el equipo agustino que entrena su padre en la categoría prebenjamín.

Es portero, no tiene miedo a lanzarse al suelo para atrapar un balón o rechazarlo. Es ágil, intuitivo y lo más importante disfruta con el deporte.

Su padre quiere agradecer la colaboración de "Automoto, Supermercados Noel y Nouveau" que aportan su granito de arena para sufragar los gastos de desplazamientos o material. "Mi hijo es feliz y eso es lo más importante", subraya.