Juanma Alamillos, jugador de la AD Ceuta durante siete temporadas y ayudante de Benigno Sánchez en el equipo blanco una vez colgó las botas en el 2007, afronta su primera aventura como máximo responsable de un equipo de fútbol. El madrileño, afincado en la ciudad autónoma donde trabaja en la escuela de fútbol de la FFC, deja bien claro que a él lo ha llamado el Ceutí y entiende que puede compaginar su tarea en la escuela con el cargo de entrenador de un equipo de Liga Nacional Juvenil.

- ¿Por qué decide dar el paso de entrenar al Ceutí de Liga Nacional Juvenil?

- Lo primero porque es el único club que me ha llamado, además me acabo de sacar el título de entrenador, quiero utilizarlo y ya veremos lo que puedo aportar.

- Con el paso que ha dado se entiende que le apetece iniciar su carrera como entrenador...

- A nivel personal te pruebas un poco y si las cosas salen bien seguiremos mirando hacia delante, pero si no es así será el momento de plantearse las cosas.

- ¿Qué le ha pedido la directiva del Ceutí? ¿Qué objetivo tiene el equipo que va a entrenar la próxima temporada?

- A mí de lo único que me han hablado es de la permanencia, no me exigen absolutamente nada más.

- ¿Cómo quiere que juegue su equipo? ¿En qué aspectos del juego hará más hincapié durante la pretemporada?

- Voy a trabajar con juveniles y lo que tienen que hacer es coger experiencia pensando que pueden estar en el futuro en el primer equipo de la ciudad. El año pasado el Ceutí ofensivamente estuvo muy bien, pero también encajó bastantes goles. Vamos a trabajar para intentar rebajar el número de goles encajados, tenemos que ser un equipo más sólido y a partir de ahí todo lo que venga, bienvenido sea.

- El Ceutí configura sus plantillas en Liga Nacional Juvenil únicamente con jugadores locales y esta temporada no es una excepción...

- Tenemos una parte de la base del año pasado y por ahora nadie ha ido al club a pedir la baja. Es un grupo de 10 u 11 jugadores a los que se sumarán otros futbolistas para ir poco a poco formando la plantilla.

- La competición en la Liga Nacional Juvenil arrancará el fin de semana del 7 y 8 de septiembre, por lo que dispone de casi dos meses para que el plantel se ponga en forma y asimile los conceptos que desea inculcar a sus jugadores...

- En la primera semana haremos físico, pero también nos servirá para ver en acción a los jugadores y decidiremos los que se quedan con nosotros. Además de José Miguel Biondi y Manolo Camacho, va a estar con nosotros Manolo (Díaz) que es el entrenador del equipo local y entre todos iremos perfilando lo que será el equipo.

- Una temporada con cambios significativos porque el mejor conjunto ceutí en Liga Nacional subirá a División de Honor y el otro equipo, aunque ocupe puestos de permanencia en el grupo 14, tendrá que disputar una eliminatoria a doble partido con el campeón de la liga local...

- Es un estímulo para los chavales de la local que van a jugar una Liga sabiendo que si son campeones lucharán por el ascenso ante un equipo de Ceuta. No lo veo mal porque es un aliciente para los equipos locales.

Cambio de mentalidad

- ¿No cree que los jugadores ceutíes están mal acostumbrados porque llegan a Liga Nacional Juvenil con mucha facilidad y no valoran esta categoría?

- Creo que en los últimos dos o tres años se ha cambiado la mentalidad, pero tenemos que seguir trabajando para que se den cuenta que las cosas no vienen solas, ni te las regalan. Los jugadores tienen que meterse en la cabeza que en el fútbol es necesario trabajar mucho y esto es lo que intentaremos inculcarles. No pueden pensar que van a ganar un partido porque nos van a pitar dos penaltis, las cosas hay que ganárselas. El que no juegue tendrá que ganarse un sitio en el equipo en los entrenamientos y el que quiera seguir jugando no se podrá relajar ni pensar que tiene el puesto asegurado.

- El hecho de que esté trabajando en la escuela de fútbol provocó que tuviera dudas a la hora de aceptar el cargo de entrenador del Ceutí porque forma parte de la Federación de Fútbol de Ceuta. ¿Considera compatible su trabajo de monitor con el de técnico del Ceutí de Liga Nacional?

- No he tenido dudas nunca. Yo tengo mi trabajo y si puedo compaginarlo con entrenar a un equipo de la ciudad no sé donde está el problema. Todo el mundo tiene derecho a entrenar a un equipo, aunque parece que el hecho de ser de fuera es un hándicap, el racismo es con la gente que somos de fuera. Me parece muy triste y lamentable que la gente piense de esa manera. A mí me han llamado, yo no he llamado a nadie para entrenar a este equipo. Si me sale bien, perfecto y si no me echarán y vendrá otro entrenador sea de fuera o de aquí. Hay gente que tiene complejo de inferioridad y que le da miedo que a otro le puedan salir bien las cosas.